LA PUERTA ESTÁ ABIERTA. ENTRA CUANDO QUIERAS.

Este blog no es un club elitista, ni un coto privado de caza. Ha sido creado para compartir entre todos, lo mucho o lo poco que nos podamos dar. Quiero que te sientas como en tu casa y disfrutes leyendo o publicando lo que tú quieras. Siempre serás bienvenido y tu sola presencia será un motivo de alegría para mí.
Un sincero abrazo de bienvenida.
Manolo Argumedo.

jueves, 2 de septiembre de 2010

A ERNESTO CALDELAS

En relación con lo escrito por Ernesto Caldelas en el blog de Compañía-19, el pasado 27 de Agosto, y de acuerdo al derecho de réplica que me asiste, le envié un correo electrónico respondiendo a su artículo y con el ruego de su publicación.
    A la vista de que no se hizo, el día 1 le reiteré de nuevo mi petición, que, hasta el momento, y a pesar de la obligación legal que tiene de hacerlo, tampoco ha sido atendida.
    El texto es el siguiente:
   
Querido Ernesto:
    En relación con tu atento correo que te agradezco sinceramente, y a la carta abierta publicada en el blog de Compañía-19, paso a responderte, con el deseo de su publicación en el mismo medio, invocando el derecho de réplica.
    Permíteme que me dirija a ti con el término de “querido”, que no es ni una fórmula de cortesía, ni una declaración de amor en toda regla.
    Dispensa mi estilo que aunque te parezca socarrón, burlón, sarcástico o irónico, te estoy hablando con todos mis sentimientos y desde lo más hondo de mi corazón.
    Lo hago hoy contigo como, con toda sinceridad, lo he hecho, a lo largo de todo este período, con todos los compañeros que de alguna manera, en el tiempo o en el espacio, hemos compartido los entrañables recintos o estancias de San Bartolomé.
    Con esto quiero poner de manifiesto el cariño que siento por todo lo que a este entorno y a sus personas se refiere; la alegría que sentí y la ilusión que me hizo cuando me enteré que existía un blog donde se daban cita todos los que en algún momento pasamos por el Seminario.
    Desde entonces, día a día, he seguido con mucho interés y entusiasmo su evolución y los distintos artículos y vivencias en él publicados. Desde los más intrascendentes a los más serios y profundos, pasando por todas las materias: actualidad, filosofía, denuncias sociales, política, economía, la Iglesia, teología, literatura, moralidad, actividades, anécdotas, fotografías, viajes, recuerdos, encuentros, artículos de opinión, críticas, parabienes… etc.
    Perdona, Ernesto, pero cuando me pongo a escribir me enrollo y, a veces, me salgo del tema que realmente quería tratar.
    Hoy quiero responder a la carta que de manera pública has colgado en el blog, exponiendo tu punto de vista sobre mi caso y tratando al mismo tiempo de concienciar al resto de nuestra gran familia a que deben tomar partido y expresar su opinión abiertamente sobre este tema.
    Me gustaría en primer lugar aclarar algunos conceptos.
    Por las fechas que indicas, sí hemos coincidido, porque yo estuve de 1962 a 1967. En lo que sí estaba en un error era en que pensaba que llegaste a ordenarte; pero, por lo que veo, y por los años que reseñas, lo debiste dejar en el último de filosofía o 1º de teología.
    En cuanto a lo que dices de que “no te gusta que alguien se vaya del Blog y menos por enfado”, supongo que no lo dirás por mí, porque ni yo estoy enfadado ni tampoco me he ido. A mí, y tú lo sabes sobradamente, no me permiten entrar, que es muy diferente.
    En el caso de Juan Cejudo, llevas toda la razón. Leí la nota que publicaste animándolo a seguir escribiendo, e inmediatamente escribí un comentario a tu artículo, del que seguramente no habrás tenido noticias, pero, como tú muy bien entenderás, no ha sido publicado.
    La misiva se expresaba en los siguientes términos: Permíteme contestar a tu pregunta. La razón de por qué Juan hace tiempo que no entra en el blog ya la expuso él mismo en su momento, y se debió a un artículo publicado por mí en el que hice una serie de valoraciones que no le agradaron.
    Si puede valer, para que se anime a seguir escribiendo, le pido públicamente disculpas.
    Pero aún hay más y lo hago extensivo a todos los que, al parecer, por mi culpa han dejado de intervenir en el blog.
    Siguiendo con el tema que nos ocupa, participo contigo en lo hermoso de poder ponernos en contacto después de mucho tiempo y en la realización del sueño de podernos ver en el mismo lugar.
    Respeto profundamente los acuerdos adoptados y estoy conforme en que decidierais excluir el tema de la política porque no queríais que se convirtiera el Blog en una tribuna política y porque con este tema se podía desvirtuar las intenciones de este Blog de ser un punto de encuentro de muchos amigos y compañeros con los que un día compartimos tantas cosas.
    Perfecto!, de verdad!
    Sin embargo, tú no has dicho excluir, tú has sido muy hábil, y has dicho “restringir”. Compleja palabra! Pero, ¿quién pone el límite?, ¿dónde está el límite de la restricción?: ¿Dependiendo de qué circunstancias?, de qué momento?, de qué argumentos?, de a quién? de cómo?, de quién?
    Acláramelo por favor: ¿Se puede o no se puede hablar de política?
    Aunque si la cuestión era que no se tocara el tema de política, hay algo que no me cuadra. No sé por qué me vino a la memoria un artículo tuyo que trataba sobre la implicación de la política en la justicia, en relación con el Juez Baltasar Garzón.
    Empecé a buscarlo por la fecha aproximada de su publicación y me encontré con la sorpresa de que el blog está constantemente salpicado de contenidos que atañen a la política. Fíjate que en el espacio de 30 días aparecieron 9 artículos de tinte puramente políticos!!
    Y para que veas que es cierto lo que te estoy diciendo, fíjate en las siguientes publicaciones que te relaciono a continuación por sus títulos y con los correspondientes hipervínculos para que puedas comprobarlo:
    “Tijeras de zapateros y sastres”, “Rebajas de aborto”, “Enfriar el ambiente”, “El pacto”, “Candidato” (de distintos autores y publicados por Luiyi), “El respeto a la política”, “la crisis”, “La frase de ayer”, (escritos y publicados por Luiyi) y el tuyo “Intromisión política en justicia”, (escrito y publicado por ti).
    Veamos, Ernesto, vamos a ser serios: ¿En realidad se trata de impedir que aparezcan artículos relacionados con la política? ¿Hay algo más detrás de todo esto?
Un sincero abrazo:

Manolo Argumedo.

HIGOS CHUMBOS DEL RINCONCILLO


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